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martes, 11 de diciembre de 2012

ECOS DEL ENDA


Por Ana Milena Puerta


Emocionante, por decir lo menos, reunirse con 367 líderes comunitarios, invitados al Octavo Encuentro Nacional de Desarrollo Alternativo-ENDA,  que lograron salir de los cultivos ilícitos e iniciar una vida desde la legalidad, obrando como inspiradores de sus comunidades y ejemplos vivos del temple de muchos de nuestros compatriotas frente a las adversidades.

En el auditorio Simón Bolívar del Hotel Zuana de Santa Marta, de espaldas al mar y de cara a una treintena de panelistas, expresaron en los pequeños foros sus reflexiones acerca de lo que significa romper con una cultura y comenzar de nuevo a creer en los vecinos, a confiar en la gente y en el Estado, a sembrar con ilusión y vivir con tranquilidad.

“Yo sé que estoy aquí porque soy líder para mi comunidad, porque hace varios años los convencí de arrancar la coca y revivir los trapiches. En Vista Hermosa éramos paneleros y nos habíamos convertido en cocaleros desconfiados y con mucho miedo” dice don Gustavo García, presidente de la asociación de segundo grado CORPAMET- Corporación de Paneleros del Meta, que agrupa a siete trapiches de veredas como La Albania en Vista Hermosa, donde se volvió a sembrar caña y a realizar moliendas ininterrumpidas, con el apoyo del Estado a través de la Política de Consolidación Territorial.


Gustavo comenzó por asociarse con sus vecinos en una entidad denominada CRISTACAÑA “lo más difícil es volver a confiar los unos en los otros” nos cuenta mientras rememora problemas y dificultades que lograron superar hasta lograr una producción constante de panela y clientes fijos.

Tres claves para el desarrollo productivo

Jochen Weisse, director de proyectos de USAID en Perú y especialista en programas de desarrollo alternativo para comunidades cocaleras, ofreció a la audiencia sus tres claves para lograr el desarrollo productivo en zonas que han sido de cultivos ilícitos.

La primera: No subestimar al campesino. “Algunos piensan que son pequeños o limitados y los involucran en programas asistencialistas porque creen que no son capaces de tener cultivos de renta y con valor agregado” afirma Jochen e insiste en que Estado, cooperantes y comunidades  deben enfocarse en productos y empresas, ser ambiciosos en este tema.

La segunda es que las propuestas de la cooperación internacional para las comunidades excocaleras deben incluir paquetes tecnológicos realistas y adaptables.
Y la última: “Cumplir con todo lo que se dice y se promete a las comunidades, debemos ser claros y transparentes, sin subestimar ni sobredimensionar las ventajas de los cultivos lícitos” concluye.

Flaminio Ruiz, productor de café y asistente a este encuentro, escucha con atención al panelista y nos afirma que “yo sí estoy de acuerdo, sobre todo en la primera. Eso de recibir sueldo o dinero sin habérselo ganado es muy perverso, lo que necesitamos es tecnología e insumos para trabajar, no plata para gastar y desperdiciar”

Como él, la mayoría de los asistentes se sienten empoderados de su nuevo papel como líderes de sus comunidades, pequeños empresarios con planes de negocio y ciudadanos colombianos que le apuestan a la productividad y la legalidad.

Dos días no fueron suficientes para escuchar todas las voces, historias y ejemplos de vida conmovedores. Gracias a la Dirección de Programas contra los Cultivos Ilícitos de la Unidad Administrativa para la Consolidación Territorial por reunir tanta esperanza de un mejor país.

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